LA RAZÓN DE LAS OFELIAS

La razón de las Ofelias parte de la relación íntima y personal con la esquizofrenia, que le ha enseñado a Tino Fernández a ver las distintas caras de la enfermedad en la mujer que lo trajo al mundo: desde la distancia que crea con la realidad, de forma casi inevitable, el que la padece; los cambios abruptos de estado de ánimo que dejan al enfermo indefenso frente a su propia emotividad, que carece de equilibrio, control y mesura; la limitación constante en la expresión de los afectos; la pérdida progresiva de la capacidad de hilar los pensamientos en una secuencia lógica, presentándose entonces de manera desorganizada y fragmentada; la continua aparición de creencias que no responden a la evidencia de los hechos, ni a elaboraciones de la razón, ni son compartidas por las demás personas que rodean al enfermo; pero todo esto acompañado de una normalidad aparente, de una cotidianidad tranquila y rutinaria, en la que se piensa y se afirma que todo va bien, hasta la llegada de una nueva crisis.

¿Enfermedad mental o fórmula de escape? ¿Dónde se encuentra la frontera entre la normalidad y el desequilibrio? ¿Es el cuerpo tan sólo la corteza de esa existencia alucinada? ¿Puede la piel atajar el desenfreno del espíritu; puede ella sola sostener la inestabilidad del alma? ¿A qué lugar parten las naves de la conciencia, allí dónde la voz de la razón pareciera no alcanzarla?

PRENSA:

«LA RAZÓN DE LAS OFELIAS» ES UN BELLO ESPECTÁCULO DE DANZA QUE TOCA EL TEMA DE LA ESQUIZOFRENIA

Revista Cambio, Colombia, Septiembre 19 de 2008

La razón de las Ofelias es el nuevo montaje de la compañía de danza contemporánea L’Explose, que será presentada únicamente del 25 al 27 de septiembre en Bogotá en el Teatro de Bellas Artes de Cafam, antes de emprender una gira por España y Francia.
Ofelia fue el amor de Hamlet, que murió ahogada en un riachuelo cerca del castillo del hijo del rey, por la locura que le produjo que su enamorado matara por error a su padre Polonio. Su figura ha sido representada en la historia del arte en diversas ocasiones por la pureza y brutalidad de su imagen, tan bella e inocente, pero yaciendo sobre el agua. La más increíble es la del pintor inglés John Everett Millais. En la presente interpretación, las bailarinas representan cada una de ellas a una Ofelia desdichada, atormentada, llevada a la perdición.

Tino Fernández y Juliana Reyes, gestores de la compañía de danza, abordan el tema de la esquizofrenia. Fernández, que ha vivido 20 años por fuera de su país natal, España, traduce en una poética puesta en escena, el transcurrir de una enfermedad que ha ido carcomiendo a su madre. En una lucha contra el tiempo, ella va perdiendo el sentido, tiene súbitos momentos de euforia y otros de tedioso silencio. La mujer va lenta, dispersa, incoherente y está compañada por sus fantasmas recurrentes, listos a manifestarse en cualquier momento. La exposición, en tan diversos cuerpos que bailan este sufrir, está acompañada de una acompasada interpretación del violinista Ara Malikian, tan refinada como angustiosa.

Las bailarinas Leyla Castillo, Marisol Rozo, Lina Gaviria, Ángela Cristina Bello, Natalia Bedoya, Yuri Táutiva y Vivian Núñez, logran recrear esta atmósfera pesada y dolorosa. Vale la pena resaltar la delicadeza con la que baila Núñez, logrando transmitir en sus movimientos el desespero por una situación irreversible. Es, sin duda, una obra emocionante para celebrar los 15 años de esta compañía.