MARTINI BLUES CABARET (2011)

Un espectáculo con música en vivo, donde los grandes clásicos del jazz y el blues de mediados del siglo XX, interpretados por Natalia Bedoya y su grupo, marcarán la ruta y la pulsión de la pieza, para adentrarnos en las pasiones humanas, que cobran vida a través del cuerpo y la danza, la interpretación, la música, el circo, la magia y la ilusión, presentes en los distintos cuadros. De la Revista Musical al Cabaret. Del Vodevil al Music Hall. Espacio íntimo para lo público. Lugar expuesto para lo oculto. Una experiencia para los sentidos.

Ay !… ¡ El amor !… ¡ El amor !… Quizá es un fuego que abrasa el alma; tal vez un sueño… una obsesión… ¿ Es emoción ciega y desenfrenada ?…. ¿Puro arrebato ?… ¿ Cuántas canciones y poemas no ha despertado ? ¿ Cuántas pasiones ? ¿ Cuántas lágrimas y dichas ?… ¿ Lo siente el cuerpo ? ¿ pero en qué parte ? ¿ Dónde se aloja ?… Ay !… y ¡ cómo arde cuando se enciende !… ¡ todo se quema !… ¡ Corran señores ! cuando un incendio prenda motores… todo se inflama… todo enardece… pongan –pues- ojo que es peligroso. Poco importa cuando dura, mucho menos dónde ocurre… Berlín, Paris, Madrid, Buenos Aires, Bogotá… Quizá cambie el espacio, tal vez la época, pero –en el fondo- todos queremos sucumbir ante aquellas llamas… Todos queremos consumar y consumirnos… ¡Vamos –pues- a arder en la voracidad de este fuego abrasador !… ¡ Vamos juntos a quemarnos… en la época dorada del cabaret !… Señoras y señores, ¡ Bienvenidos a Martini Blues Cabaret !

Verano el que arrasa con las amarguras
Verano el que impide tristeza y desgano
verano que vienes de sueños cargado
verano que sabes que hoy lloro a tu lado
Verano. Oh! verano
Mi Dios soberano
No importa, verano, si llegas cansado
Si traes dolores de fuegos pasados
Si tienes secretos, que guardas discreto
Si duermes de día y sueñas despierto
No importa verano si sales de noche,
si todo en tu alma es puro derroche.
Tú sabes verano que yo perdono
si tú me calientas y doras mi tono
Texto de Juliana Reyes

¿ Quién no ha vivido una pérdida de amor ?… Esa sensación agria y oscura que deja el «adiós»; en la que el tiempo se vuelve denso e inmóvil y nosotros prisioneros de la amargura… Estamos ahí, enterrados en la desdicha, sin poder siquiera levantar la cabeza… Y no podemos evitarlo, estamos lisiados, enfermos, disminuidos… perdimos la voluntad, la razón y la autoestima…. Nos repetimos una y otra vez que es necesario olvidar, que todo se puede olvidar… pero el olvido no llega, lo espanta esa obsesión que con gritos sordos te llama… y te pide que no te vayas… que no me dejes… Ne me quitte pas (Texto de Juliana Reyes)